Cementerio
Es el lugar donde duermen los muertos, porque etimológicamente el término deriva del latín y el griego: dormitorio, lugar donde descansan, reposan y yacen en su última morada.
Los colonos eran personas muy religiosas y enseguida pidieron una iglesia y sacerdote. El Padre Cot fue uno de los que más hizo por los recién llegados. Una vez levantado el templo, surgió el cementerio. Estaba donde hoy está la Plaza de la Madre, (esquina de calles Mitre y Cettour) .Esta cercanía se explica, porque según las costumbres de la época, en cada caso se hacía una ceremonia religiosa sencilla o funerales solemnes, los cuales eran acompañados por repiques de campana, que sonaba a duelo. Cuando esto sucedía, los colonos que se encontraban trabajando, suspendían sus tareas, se quitaban el sombrero y pronunciaban una oración.
La población aumentaba y se considera impropio el lugar donde estaba ubicado, dentro del centro urbano. El Dr. Bastian en el año 1878 donó el terreno para el lugar definitivo. La bendición del nuevo terreno se realizó el 25 de diciembre de este año.
El sitio posee una nave o camino central, de este a oeste, ya ambos lados del mismo, se reservaron lugares para aquellos vecinos que desinteresadamente colaboraron con el emplazamiento del cementerio: Izquierdo, Muller, Crepy, Deymonnaz, Decourgez, Bastián, Guionet, entre otros.
El 22 de abril de 1894, se autorizó a los vecinos a trasladar los restos de sus familiares al nuevo cementerio, con un plazo de dos meses.
Al ingresar se abre el portón principal de hierro. A ambos lados se construyeron una capilla católica y una oficina. En el camino central o primera nave, se encuentra descansando eternamente los vecinos que han colaborado y trabajado en el levantamiento del cementerio.
Costumbres
El velatorio se hacía en la casa. Un allegado a la familia se encargaba de dar la triste noticia. Lo hacía a caballo, así que cuando veían acercarse a un hombre galopando sin descanso campo abierto, sabían que algo grave había ocurrido. Si recibían la información del deceso de un vecino, tenían la obligación de concurrir. A aquellos que no pudieron avisarle por la distancia o por otro motivo, no se sintió en la obligación de asistir.
La sepultura se hacía luego de 24 horas del fallecimiento de la persona. En un principio, el fallecido era trasladado en un carro. Los caballos estaban a tono con el carruaje, y si el fallecido era soltero o niño, el color que prevalecía era el blanco. El cochero se vestía con traje, sombrero de copa negros y guantes blancos.
La Iglesia también se vestía de luto y se colgaban dos telas negras, desde el techo hasta las paredes laterales.
El luto se llevaba rigurosamente por dos años.
Dirección: Av. Mitre al Norte
Localidad: San José
Provincia: Entre Ríos
Tel.: +5403447470701
E-mail: [email protected]
Web: www.sanjose.tur.ar